Las fisura anal (o fisuras anales) son un problema común que afecta a personas de todas las edades. Consiste en un desgarro en el revestimiento de la parte inferior del recto, que causa dolor durante las deposiciones. La mayoría de las fisuras anales se curan con facilidad con tratamiento en el hogar pasados unos días o semanas.
Si tiene una fisura anal que no se ha curado después de 8 a 12 semanas, se considera una fisura a largo plazo la cual puede necesitar tratamiento médico. La fisura anal aparece como consecuencia de:
Los síntomas más comunes pasan por dolor agudo, punzante o quemante durante las defecaciones, picor y/o sangrado.
Es importante llevar una vida saludable tanto en la prevención como en el tratamiento de la
Consiste en producir una relajación reversible del esfínter interno, que permita la cicatrización de la fisura anal y permita la recuperación del tono basal del mismo evitando la incontinencia. Se basa en la aplicación de:
Esfinterotomía lateral interna. Este procedimiento trata de reducir el tono del esfínter mediante la sección del esfínter anal interno. Con esta operación se obtienen buenos resultados pues, favorece la cicatrización del músculo y calma el dolor al destensar el músculo.